miércoles, octubre 21, 2009

EN EL VIAJE

Me tumbo frente a las olas para escuchar el rumor. Proyecto una línea hacia el cielo y queda anclada en una nube; abro la mirada y contemplo la esfera enorme, descomunal; veo el aire, metro cúbico tras metro cúbico, sobre mí, hacia arriba, inconmesurable. Sobreviene el vértigo, pero no me puedo caer del suelo, estoy pegada a él, lo siento bajo la espalda, percibo la inmensidad; es un cuerpo vivo. Proyecto la línea hasta el centro de la Tierra, oigo el latido, la atravieso, noto la Tierra suspendida en el espacio, soy la Tierra suspendida en el espacio, infinitamente más pequeña que un átomo. Percibo mi cuerpo como una vibración.
Noto un estrépito callado, se levanta una ola, pero no desde el mar sino desde la tierra.

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